miércoles, 19 de septiembre de 2018

Croquetas. Cocina




Las croquetas admiten diversos rellenos y constituyen un plato económico si contienen sobras de otras comidas o algo más caro si compramos ingredientes selectos.

A la salsa bechamel, que he indicado en otra entrada, podemos añadir el relleno y tener un exquisito plato con el que quedar bien en las reuniones con amigos. Para poder manejar bien la masa, la textura se debe parecer a la de un puré espeso y, si nos parece demasiado compacta después de añadir el relleno, podemos agregar leche y mezclar bien. Siempre es bueno probarla de sal antes de sacarla del fuego.

Las croquetas se pueden modelar con dos cucharas grandes o pequeñas o, para facilitar el trabajo, podemos volcar la masa en un recipiente cuadrado o alargado, le ponemos papel transparente de cocina y, cuando estén a temperatura ambiente, las colocamos en el frigorífico durante un par de horas. Después, volcamos la masa sobre una tabla y vamos cortando tiras y estas las hacemos porciones del tamaño que queramos la croqueta, rebozamos en huevo batido y en pan rallado.

Para freír las croquetas, ponemos bastante aceite en una sartén y esperamos a que se caliente sin que eche humo. Si ponemos pocas, saldrán más doraditas. Con cuidado, las vamos sacando y dejando en un recipiente con papel doble de cocina o servilletas de papel. Se sirven en un plato limpio.

Antes de freír, si te parece que son muchas, las puedes congelar y, luego, para freírlas se procede como con cualquier otro producto congelado. Hay que tener cuidado con el aceite porque el congelado hace que salte, o sea, es mejor hacer estos guisos sin niños alrededor.

Ideas para el relleno

-jamón serrano picadito (cuidado con la sal)

-gambas peladas, pasadas por la sartén o cocidas y troceadas

-bonito en aceite (la bechamel se hace con este aceite si se quiere)

-pollo sobrante de cualquier comida

-pechuga de pollo o pavo previamente cocinada

-bacalao cocinado, hervido o a la plancha

-merluza cocinada

-calamar, sepia, mejillones…, cocinados (en la bechamel podemos poner tinta)

-espinacas, calabacín, berenjena…, al horno o cocidos

Cualquier relleno que se te ocurra puede resultar apetitoso y, si no te ha gustado demasiado, no repitas.  ¡Ah!, el relleno debe estar cortadito.

Espero que os decidáis con esta receta y siempre os recuerdo que la cocina no entiende de sexos.    


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Encarna Reinón Fernández
Profesora de Lengua Española y Literatura