jueves, 28 de febrero de 2019

Pensamientos



Si la vida te muestra su lado hostil, procura no perder la calma; piensa que después de la tormenta aterradora llega la luz y la tranquilidad. Y como dice un proverbio chino: " Busca la luz en lugar de estar maldiciendo eternamente la oscuridad".

 

La educación de los hijos es una cadena en la que los padres representan el eslabón principal y, si fallan en transmitir unos valores básicos de respeto a los demás y a sí mismos, encontraremos personas en el futuro que no sabrán comportarse porque creen que lo que han aprendido en sus casas es lo correcto.

 

A veces nos esforzamos en ayudar a los demás dándoles lo que no tienen, pero es un error porque, si tú enseñas a esas personas a hacer algo, les podrá servir para toda la vida, como reza en el proverbio chino: "Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día; enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida".

 

 

 

 




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Encarna Reinón Fernández
Profesora de Lengua Española y Literatura

martes, 26 de febrero de 2019

Remedios de la abuela. El pelo de panocha como diurético natural




Según el diccionario de la RAE, la voz "panocha" es un sustantivo femenino que procede del latín vulgar panucŭla 'mazorca', y este del latín panicŭla, diminutivo de panus 'mazorca de hilo'.

Hay distintas maneras de llamar a este cereal en las diferentes zonas de España: "Maíz", "panocha", "panoja", "mazorca". En Centroamérica, excepto en Panamá y México, se denomina "elote" (del náhualt "elotituti", que significa mazorca tierna); en el Cono Sur y Colombia lo llaman "choclo" (del quechua "chuqllu") y en Venezuela "jojoto". El maíz se conoce en España y Europa tras la llegada a América de Colón, siglo XVI, y se ha convertido, junto con el arroz y el trigo, en el cereal más cultivado y consumido del mundo.

Tradicionalmente se ha consumido la infusión del pelo de panocha por nuestras abuelas como un diurético natural que ayuda al organismo a liberar la posible orina acumulada en el organismo.

Cómo preparar el cocimiento:

La proporción es un litro de agua por treinta gramos de pelo de panocha.

-Ponemos agua a hervir en un recipiente.

-Cuando el agua está en ebullición, añadimos los pelos y dejamos hervir durante cinco minutos.

-Apagamos, tapamos y dejamos reposar diez minutos más.

-Colamos y bebemos.

Ya sabes que todo hay que tomarlo con moderación porque, aunque sean hierbas, pueden llegar a perjudicarte.

Este remedio lo empleaba la abuela de mi marido, que hoy tendría unos 130 años, y yo la he visto preparar la infusión y tomarla.

   



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Encarna Reinón Fernández
Profesora de Lengua Española y Literatura

domingo, 24 de febrero de 2019

Aproximación a la poesía. F. G. Lorca



Este poema de Lorca muestra la gran sensibilidad de su autor. El poeta granadino murió joven, en la guerra, a manos de un pelotón de fusilamiento en una de las zonas en las que se dividió España y seguramente en la otra otro pelotón fusiló a otras tantas personas también por sus ideas. Así son las guerras cainitas. Lorca era un avanzado en su tiempo, quiso educar al pueblo con su teatro ambulante y no se le perdonaba que tuviera ideas modernas y, además, menos aún su homosexualidad.

 

La casada infiel

 

Y que yo me la llevé al río / creyendo que era mozuela, / pero tenía marido.

Fue la noche de Santiago / y casi por compromiso. / Se apagaron los faroles

y se encendieron los grillos. / En las últimas esquinas / toqué sus pechos dormidos,

y se me abrieron de pronto / como ramos de jacintos. / El almidón de su enagua

me sonaba en el oído / como una pieza de seda / rasgada por diez cuchillos.

Sin luz de plata en sus copas / los árboles han crecido, / y un horizonte de perros

ladra muy lejos del río. / Pasadas las zarzamoras, / los juncos y los espinos,

bajo su mata de pelo / hice un hoyo sobre el limo. / Yo me quité la corbata.

Ella se quitó el vestido. / Yo, el cinturón con revólver, /ella, sus cuatro corpiños.

Ni nardos ni caracolas / tienen el cutis tan fino, / ni los cristales con luna

relumbran con ese brillo. / Sus muslos se me escapaban / como peces sorprendidos,

la mitad llenos de lumbre, / la mitad llenos de frío. / Aquella noche corrí

el mejor de los caminos, / montado en potra de nácar / sin bridas y sin estribos.

No quiero decir, por hombre, / las cosas que ella me dijo. / La luz del entendimiento

me hace ser muy comedido. / Sucia de besos y arena / yo me la lleve del río.

Con el aire se batían / las espadas de los lirios. / Me porté como quien soy,

como un gitano legítimo. / Le regalé un costurero / grande, de raso pajizo,

y no quise enamorarme / porque teniendo marido / me dijo que era mozuela

cuando la llevaba al río.

F. G. Lorca, Romancero gitano

 

Este poema de Lorca rezuma erotismo. Con una serie de símbolos propios como "agua en movimiento-vida", "río-apartamiento erótico", "llegada de la noche-marco ideal para los encuentros clandestinos", "juncos, espinos y zarzamoras-naturaleza y maleza que sugieren el aislamiento del pueblo" nos ofrece una estampa del encuentro amoroso entre un gitano "legítimo", con pistola y todo, con una joven a la que creía soltera, una mujer arriesgada y valiente que hace prevalecer su deseo erótico sobre los prejuicios sociales, porque la gente sabía qué ocurría cuando dos se perdían en el camino, en este caso del río. Las expresivas metáforas: "mujer-potra de nácar", "hojas- espadas de los lirios" y las abundantes comparaciones crean un clima de intriga progresiva sobre este encuentro magistralmente descrito: "el almidón de la enagua sonaba como rasgado por cuchillos", "cutis tan fino como nardos y caracolas", "sus muslos se escapaban como peces", "sus pechos dormidos se abrieron como ramos de jacintos".

Es un canto a la libertad humana en la elección de algo tan íntimo como es el encuentro carnal de la pareja, una expresión sensual y poética del torbellino del amor, un poema que puede deleitar nuestros sentidos.

Recuerdo que en una ocasión me llevé a clase un libro de poemas en el que seleccioné esta composición; los alumnos de dieciséis años no tenían el texto delante y, tras una breve introducción sobre la vida del poeta y los símbolos de este poema, pasé a leerlo. Cuando terminé, noté que había surgido la magia en el ambiente y en aquel momento un chico levantó la mano y dijo: "Encarna, después de escuchar esta poesía, no me creo que Lorca fuera homosexual".

Espero que hayáis disfrutado con Lorca tanto como yo. La poesía es maravillosa si nos dejamos llevar por la magia de las palabras.

   




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Encarna Reinón Fernández
Profesora de Lengua Española y Literatura

jueves, 21 de febrero de 2019

Dislates lingüísticos. Llegaistis, ayer cenemos y pesambre



Por amor a mi profesión y como consecuencia de esto a nuestro idioma, tal vez preste demasiada atención a lo que se escucha en el nivel coloquial de las gentes del pueblo. Algunas veces tengo que parpadear para mantenerme en silencio porque, claro, no se puede ir corrigiendo a diestro y siniestro como si en ello nos fuera la vida, ya que hay que ser amigos de la discreción.

Los dislates que propongo hoy son muy llamativos y están muy extendidos en el pueblo:

Llegaistis, amaistis, trajeistis: son formas vulgares e incorrectas del pretérito perfecto simple de los verbos "llegar", "amar" y "traer". Si conjugamos este tiempo correctamente, sería: amé / amaste / amó / amamos / amasteis / amaron. De "llegar" llegasteis y de "traer" trajisteis.

Creo que no es difícil practicar las formas adecuadas y, si, además, entras en el diccionario de la RAE, podrás resolver tus dudas con la autoridad de este organismo.

Cómo acceder a la versión electrónica del diccionario RAE

En primer lugar, hay que escribir RAE en el buscador de Google y pulsar "intro"; a continuación, pinchar en la entrada que salga y poner en la ventana que ofrece el diccionario con un cursor intermitente el verbo que buscas y otra vez tocar "intro" y saldrá información sobre dicha voz. Por último, cuando sale el verbo, hay una ventana que dice conjugar, pinchas y ahí puedes resolver tus dudas.

 

Ayer cenemos, bajemos, saltemos: también son formas incorrectas del pretérito perfecto simple demasiado extendidas. Lo correcto sería cenamos, bajamos, saltamos.

 

Pesambre: lo correcto es pesadumbre. Esta palabra ha seguido en boca del pueblo la tendencia de las voces latinas en su paso a nuestro idioma. Se pierde la consonante sonora "d", aunque en este caso acompañada de la vocal que le sigue. Este fenómeno lingüístico se denomina "síncopa" y ha sido muy frecuente en la evolución de un idioma a otro. Como esta voz no está recogida en el DRAE, su uso incorrecto es del nivel coloquial local.

Los hablantes somos economizadores con la lengua y, como sabemos que nos están entendiendo, no nos molestamos mucho en ver si hablamos bien o mal; pero hay niveles en su uso y lo que no puede ser es que los enseñantes, los comunicadores de los medios informativos y otras personas que tienen que hablar en público no se molesten por manejar bien el idioma que hablamos más de trescientos millones de personas en el mundo.      




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Encarna Reinón Fernández
Profesora de Lengua Española y Literatura

miércoles, 20 de febrero de 2019

Momentos íntimos. Evocación



A veces un olor, un sabor, una sensación al tacto, una imagen o una melodía traen a nuestra memoria involuntariamente determinados recuerdos. Hace unos días vi en la televisión un reportaje sobre los anuncios publicitarios antiguos y, sin querer, me fui a mi infancia, a los muchos ratos que pasaba en la casa de mis abuelos y, por supuesto, los eslóganes y la música me trasportaron a la radio.

En las casas de gentes con escasos recursos la radio era fuente de entretenimiento, de contacto con el pulso del país y de reuniones sociales porque, como siempre había vecinos que no podían comprarla, se juntaban en las de los otros para escuchar las noticias y las famosas dramatizaciones de las radionovelas por capítulos con actores tan importantes como Matilde Vilariño, Pedro Pablo Ayuso, Juana Ginzo o Fernando Dicenta, entre otros muchos, cuya dicción clara y limpia cautivaba a personas que carecían de instrucción.

Una sección importantísima ya en aquellos tiempos era la de la publicidad, que si Norit para lavar prendas delicadas, que si Netol limpia y pule metales, que si el Cola-cao era ideal para desayunos y meriendas… Y todas estas cuñas publicitarias con músicas pegadizas que quienes escuchaban la radio cantaban a la vez que las cautivadoras voces de fondo.

En esta evocación he dejado para el final la sección de los discos dedicados que oía con mis tías acurrucada en la cama, lo que me hace suponer que era los domingos. Me encantaba percibir las voces de los cantantes envolviéndonos en el ambiente y las cariñosas dedicatorias que los locutores trasmitían como si fueran sus propios deseos: Perlita de Huelva y su emotivo Amigo conductor, José Guardiola y su aterciopelada y profunda voz con La novia, el humano Juanito Valderrama y Su Primera Comunión o Gloria Lasso con la inolvidable Luna de miel  emitidas tras hermosas dedicatorias llenas de afecto: "Para el niño Manolito en el día más hermoso de su vida de sus tíos y primos"; "Dedicado especialmente para Juan el del camión, para que sepa que sus hijos lo esperan siempre"; "Para la novia más guapa, de sus padres"; "De sus primos y tíos para los novios más guapos, Luisita y Javier, para que disfruten de la única luna de miel de sus vidas…".

No recuerdo, porque era muy pequeña, si la gente era feliz, pero a mí desde mi egoísmo infantil sí que me lo parecía. Espero que hagáis muchos esta evocación vuestra y, si fue grata, que os devuelva, aunque sea por un momento, a vuestra infancia.    

 

 




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Encarna Reinón Fernández
Profesora de Lengua Española y Literatura

martes, 19 de febrero de 2019

Ecoconsejo sobre los medicamentos




Los medicamentos que nos sobran después de alguna enfermedad y que solemos acaparar en casa son altamente contaminantes para el medio ambiente. De vez en cuando debemos desprendernos de ellos y para este fin las farmacias disponen de un punto SIGRE (Sistema Integrado de Gestión y Recogida de Envases) o contenedor donde los debemos dejar para su destrucción; depositaremos tanto envases como residuos y, si tenemos dudas, siempre podremos preguntar en la farmacia. 



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Encarna Reinón Fernández
Profesora de Lengua Española y Literatura

lunes, 18 de febrero de 2019

Palabras con encanto contextualizadas




Vamos a reflexionar sobre algunas palabras locales en su contexto. Este caudal léxico y semántico latente en el pueblo se va a perder y me gustaría que le prestarais atención en boca de vuestros abuelos y vecinos para que descubráis la gracia de estas expresiones en su contexto y el valor de la entonación y los silencios, que son tan elocuentes como las palabras mismas.



Tramojo: (DRAE origen incierto. En su tercera acepción: voz coloquial; trabajo, apuro. El Padre Ortín en su Vocabulario:  congoja, angustia, aflicción, preocupación y apuro).

Contextualización: Tengo un tramojo en el pecho que no me deja vivir.



Reconquija: (no DRAE. El padre Ortín en su Vocabulario: rencor, pesar, reconcomio).

Contextualización: He discutido con mi primo y la reconquija no me deja vivir.



Espindargo: (no DRAE. El padre Ortín en su Vocabulario del Noroeste Murciano: larguirucho, muy alto; adjetivo referido a personas).

Contextualización: La criatura desde el último estirón parece un espindargo.



Escagazar: (no DRAE; sí recoge el padre Ortín esta voz en su Vocabulario referida a "criar niños hasta que ya son grandecitos").

Contextualización: ¡Atiende qué hermoso!, ese ya está escagazao.



Esquife: (no DRAE. Sí recogido por el padre Ortín como "algo muy feo y arisco").

Contextualización: ¡Anda y péinate que pareces un esquife!



Salsero/a: (El DRAE recoge en la cuarta acepción de esta voz que es un coloquialismo murciano que significa "entrometido"; y el padre Ortín la recoge con el significado de "curioso").

Contextualización: Esta mujer es una buena salsera que se recorre todas las casas de la calle a ver de qué se puede enterar.



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Encarna Reinón Fernández
Profesora de Lengua Española y Literatura

sábado, 16 de febrero de 2019

Oración a la Cruz de Caravaca. Tradición oral




Mi bisabuela, que hoy tendría casi 150 años, era una gran devota, como decía ella, de la Santísima Cruz. Me cuenta mi madre que, cuando iba el cura a confesarla, porque ella no podía andar, le decía: "Don fulanito, yo sé un capacico de rezos". Era creyente porque así lo había aprendido de los suyos y de la sociedad que antes no reflexionaba sobre ciertos temas, entre otras cosas, porque no la habían enseñado a pensar.

Se supone que hoy estamos más preparados para enfrentarnos a las situaciones y no deja de sorprenderme el hecho de que mucha gente afirme que no es creyente, pero sí devota de la Cruz. Yo creo que en estas cuestiones de fe o estás dentro o fuera y no entiendo esta hipocresía basada en no sé qué intereses que llevan al individuo a moverse en terreno pantanoso.

Recuerdo a un alumno sevillano que me preguntó si me iba a quedar para ver la Semana Santa y, al investigar por qué me hacía aquella interpelación, me dijo que era costalero de la Virgen. No recuerdo el motivo por el que le pregunté si creía en Dios a lo que me respondió que no, pero que no tenía nada que ver creer en Dios con ser devoto de esa Virgen. Ya hace 30 años me sorprendió aquella fe selectiva que me maravilla ahora en mis paisanos.

Os transmito una oración que me enseñó mi bisabuela y que he podido recuperar gracias a la memoria de mi tía Cruz; espero que os guste y que, si sois creyentes, la recéis con el fervor que se merece.



Oración a la Cruz de Caravaca



Cruz bendita, Cruz amada

Cruz de los cielos fuiste bajada,

en la tierra colocada,

Reliquia Santificada

Os adoro como a Dios.

Yo quiero del Cielo

aquello que puso Vos.



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Encarna Reinón Fernández
Profesora de Lengua Española y Literatura

martes, 12 de febrero de 2019

El ritual de llevarse a la novia. Una tradición perdida




Hace poco caminaba por una estrecha calle del casco antiguo del pueblo y oí a alguien decir que aquella noche su sobrino se había llevado a la novia; extrañada, volví la cabeza y entendí la situación, porque aquel señor era de otra etnia.

No hace demasiados años, unos 35 o 40, era frecuente que se escuchara que el fulanito se había llevado a la menganita. Cuando la familia de uno u otro rechazaba a la persona elegida por su hijo o hija, si los jóvenes no querían terminar con el noviazgo, muchos se llevaban a la novia y así los padres tenían que aceptar a la fuerza la situación.

Con la mentalidad de que todo lo que era relacionarse sexualmente antes de la boda era pecado la mayoría de las mujeres llegaban vírgenes al matrimonio y, claro, después de haber pasado los novios la noche juntos en el coche, aquello había que resolverlo como Dios mandaba. Lo primero que hacía la pareja era presentarse en la casa de la novia y el padre seguía, podríamos decir, el ritual establecido por la sociedad que era echarlos a la calle. Tras varios días alguien les llevaba recado a la casa de los padres de él para que fueran a hablar con el padre de ella y resolvían el conflicto en una boda generalmente con la familia y ropa normal, sin pantomimas de celebraciones ni escándalo público porque, claro, estaban en boca de todo el pueblo. Si los novios no tenían recursos, se quedaban en la casa de ella hasta que se podían ir a vivir a otro lugar. A veces el calvario que tenían que soportar los marcaba para toda la vida.

Tal vez esto sorprenda a la gente más o menos joven, pero os animo a que preguntéis en vuestra familia porque seguramente hallaréis alguna sorpresa.

Hoy vivimos en otros tiempos y la Iglesia influye escasamente en el pensamiento de los jóvenes; creo que hay menos hipocresía o que se hace poco caso a lo que puedan pensar los demás sobre ti. Esto no sé si es bueno o no, pero es una evidencia que nos trae la modernidad.





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Encarna Reinón Fernández
Profesora de Lengua Española y Literatura