lunes, 24 de diciembre de 2018

Mamá, ¿es que te crees que soy tonto/a? Amistades que avasallan




Lo que me cuentas yo también lo he vivido y, como tengo más años que tú y la experiencia es un grado, te voy a decir lo que pienso de "esas" amistades.

Un amigo es la persona que incondicionalmente está contigo en los momentos amables y en los que las cosas se ponen negras. Es quien te escucha, te aconseja y te abre los ojos ante situaciones que no detectas como dañinas para ti. Es como una prolongación de ti mismo y por eso sabe lo que te conviene y lo que te daña, lo que te hace feliz y lo que te entristece. Yo he tenido amigas así de buenas, pero a ciertas edades ya no se depende tanto de las relaciones sociales, porque te haces más independiente y tienes otros objetivos en tu horizonte.

Lo que relatas es significativo y coloca a esa persona en el lugar que le corresponde por considerarse el ombligo del mundo; no escuches más sus problemas porque parece que tiene todos los de la humanidad y dedícate a tus asuntos, ya que seguramente dejas cosas que tienes que hacer porque tu educación no te permite darle plantón.

Quien solo habla de sí mismo y no quiere escuchar a los demás no merece tanto respeto, pero te voy a dar la solución a tu problema: lo mejor es que le digas que tienes un problemón y que le cuentes pormenorizadamente todo lo que has hecho en la última semana imitando su estilo pesimista y verás qué pronto te quitas de encima lo que se ha convertido en una carga para ti. Te adelanto que lo más ingrato será oír que les dice a los otros que eres de una pesadez insoportable y que no piensa echar más tiempo contigo, porque si tienes contratiempos no es por su culpa.

No viene mal contar el mismo chiste malo que te cuentan a ti, porque, aunque no se dé por aludida la persona, por lo menos te quitas de encima un buen moscón.   



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Encarna Reinón Fernández
Profesora de Lengua Española y Literatura