Hay varias maneras de pasar por la vida: de
puntillas para sobresalir entre los demás, liquidando a los que hacen sombra
para quedar como único e indispensable, alzando la voz para acallar las de los
otros, o sin hacer ruido para no perturbar a los que te rodean.
Querido papá, tú has intentado pasar por este
mundo discretamente, pero, sin pretenderlo, te has ganado el respeto y el
cariño de cuantos te han conocido. Has sido generoso, humilde, estoico y buena
persona. Tus excepcionales manos nos han transmitido un legado impresionante
nacido de tu incansable paciencia y de tu arte. Tu estela te hace brillar
incluso después de habernos dejado huérfanos de tu presencia.
Espero poder llegar a tener tu
discreción, generosidad y, sobre todo, tu humildad. ¡Cuánto te echo de menos!
Tu imagen perdurará por siempre en mi retina y tu cariño en mi
corazón.
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Encarna Reinón Fernández
Profesora de Lengua Española y Literatura