EL PRESENTE
Ya tengo ochenta y nueve años y, si las fuerzas
me acompañan, seguiré haciendo algunas cosas más, que ese es mi deseo. Pero si
no puede ser, me conformo con casi mil piezas que tengo hechas. Si mis padres
vivieran y vieran lo que he hecho, estarían muy orgullosos y Tomás Corbalán,
que fue mi director artístico. Ellos vieron algunas cosas, pero ni yo podía
imaginar esta pasión.
De nueve hermanos que éramos quedamos: Encarna,
Ángel, Amparo, Consuelo y Dolores. Han fallecido Emilia, Josefa, Teresa y Juan,
todos con bastante edad. Todos los hermanos nos hemos tratado bien, pero con mi
hermano Juan siempre me he llevado muy bien porque hemos estado muchos años
juntos, trabajando codo con codo. Nos hemos respetado y en nuestro trabajo cada
uno ha cumplido con la tarea asignada.
Estuve varios años con la rodilla mal y mi yerno
Toni, cuando estábamos en Vélez-Rubio, como era amigo del doctor Rico, habló
con él y me reconoció un sábado y me dijo que, como podía aguantar, me esperara
un poco tiempo. Así estuve unos años, y un día me vio con la pierna casi
arrastrando y me dijo que ya me podía operar porque habían venido unas prótesis
muy perfectas.
Fuimos a la consulta, me reconoció y me dio la
fecha para operarme, que fue en octubre de 2008. Entonces me operó, me puso una
prótesis en la rodilla derecha y me quedé muy bien. A los seis años de aquella
operación me encuentro de bien como el primer día.
Con mi yerno Toni, esposo de mi Encarna, me llevo muy bien igual que con la mujer de mi Domingo, Antonia; y con Lorena, la actual mujer de mi Antonio. Tengo siete nietos, dos de mi Encarna, María Encarna, que ha estudiado la carrera de piano y es médico Neurólogo, y Rocío, que ha estudiado Traducción e Interpretación de inglés; dos de mi Domingo, José Ángel, que trabaja en el taller, y María, que este año termina la carrera de Filología española; y tres de mi Antonio, Paqui, que está estudiando Química, y Ángel, que estudia un ciclo de informática. Estos dos son de su primer matrimonio con Mavi. Y de su segundo matrimonio tengo la nieta más pequeña, Sara, que tiene dos años y está yendo a la guardería; es muy revoltosa y cuando viene a hacernos una visita lo revoluciona todo.
En los cumpleaños, los santos y en los Reyes los
tratamos a todos igual.
Estas letras son para agradecer a mis familiares el
apoyo que me han dado para que siga haciendo miniaturas; y en particular a mi
mujer por aguantarme tantos años, porque no la he correspondido como ella se
merece. Por otro lado, está muy satisfecha de ver los halagos que hemos tenido.
A pesar
del genio que tenía mi suegro, yo no tenía quejas con él porque conmigo se
portó muy bien. Mi suegra era muy buena para todo el que la conocía; para ella
todos sus nietos eran iguales.
También me he llevado muy bien con mi cuñado
Camacho y con mi cuñada Josefa, que ya han fallecido, y me he llevado y me
llevo muy bien con mi cuñada Cruz y con mi cuñada Carmen y con su marido,
Patrocinio.