-Si pones aceite a calentar para freír algo, ten cuidado porque, si le cae agua, salta y te puedes quemar.
Si te quemas, ten siempre a mano gel de aloe vera para cubrir la quemadura. Si te vas echando con mucha frecuencia, el quemado irá perdiendo calor y no te saldrá ampolla.
-Si tienes la mala suerte de que se enciende el aceite en la sartén, nunca lo pongas debajo del grifo, mejor apagas el fuego y cubres la sartén con una tapadera. Y no te preocupes porque todos hemos pasado alguna vez por una situación así o parecida.
Encarna Reinón Fernández
Profesora de lengua española y literatura