jueves, 31 de mayo de 2018

Momentos íntimos. Paisaje

De mañana, con la fresca, se repite el milagro; parece que el tiempo no ha pasado y que el hombre respeta tu virginidad. Cada vez que paseo y piso tu tierra húmeda y tus hojas muertas, siento la sensación de ser la primera persona que lo hace.

Tus remansadas aguas, del color del cielo del momento, reflejan la sombra de ese árbol que parece que quiere acariciarlas con la punta de sus ramas como si de dedos se tratara; o de ese otro que deja pasar un rayo de sol deslumbrante que se clava en tu superficie, llegando hasta tu fondo y dejando ver mejor las hierbas ondulantes que sustentas en tu propio seno.

Los juncos hermosean tu ribera y las toscas invitan al caminante a disfrutar en su descanso de la serenidad que transmites con el remanso de tus aguas.

Eres fuente de vida; esos mismos árboles que te embellecen se alimentan de ti porque, sin duda, son una parte de ti. Sin ellos no serías la misma. Te prefiero de mañana, intacta, y soñar que soy la primera que se adentra en tu inexplorada belleza.



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Encarna Reinón Fernández
Profesora de Lengua Española y Literatura